Francisco Durán Naranjo
Francisco Durán Naranjo es conocido en el ámbito de la música tradicional colombiana porque es uno de los compositores cuyos temas han sido cantados por intérpretes de suma importancia, como Garzón y Collazos y los Hermanos Martínez. Su trabajo en la creación de obras del repertorio musical de Colombia se ha visto premiado con la inmortalidad de canciones como ‘Vete pa’l diablo’, ‘Amor para hacer amor’, ‘Vivirás en mí’, ‘Soñé un amor’ y ‘Se puso a tomar José’, entre muchos otros, vocales e instrumentales, que lograron inscribir a este sangileño con letras destacadas entre los artistas distinguidos de la época de oro de la música colombiana.
Pero su vida no ha sido propiamente un jardín de rosas. Sus logros han llegado, literalmente, por su trabajo con las uñas –aunque él dice que se acostumbró a decir “unas” porque su máquina no tenía ‘ñ’–, y agrega: “Imagínese usted lo engorroso para enviar mensajes de año nuevo…”. Anduvo rondando varias instituciones educativas en procura de sacar adelante el bachillerato y darse la oportunidad de definir su vida, poniendo tozudez a su dificultad frente a las matemáticas. Ingresó a los veinticinco años al Conservatorio en Bogotá, y comenzó con los niños, desde el principio: “Entré al salón asignado y vi a unos quince niños de entre seis y ocho años de edad (ningún adulto en el salón); no le di mayor importancia a la situación, pero cuando entró el profesor se quedó mirándome y me preguntó que si yo era el papá de alguno de los niños. Ahí me quedé, y con los niños fui avanzando hasta que un nuevo director decidió negar la enseñanza a los adultos y me sacó”. Había adquirido habilidad en el manejo del clarinete, con un instrumento de segunda que pudo pagar a plazos con los cuatro pesos mensuales que se ganaba entre “chisgas” y clases particulares. Luego, la vida le dio la oportunidad de licenciarse como Pedagogo Musical en la Universidad Nacional de Colombia.
El maestro Durán Naranjo dice que la inspiración es muy traviesa, huidiza, y que por eso siempre lleva consigo una libreta pentagramada que guarda en el bolsillo: “Si llega la inspiración en un café, o a medianoche, en ese momento me dispongo a trabajar”. Ha dedicado su vida a la música, y ha recibido muchas satisfacciones por ello, incluida la de Sayco, que se ha portado bien con él en el pago de sus regalías. “Podría vivir de lo que Sayco me entrega, si las emisoras pusieran constantemente mi música. Las obras que más me representan ingresos son las conocidas, aunque ahora están sonando unos pasillos nuevos, y esas sonadas también significan algún dinero”.
Francisco Durán Naranjo nació en San Gil el 5 de agosto de 1931. Es hijo de Rafael Antonio Durán y Ana Dolores Naranjo. Se graduó de bachiller en el Colegio San José de Guanentá en 1950. Se trasladó a Bogotá en 1954 y cursó en el Conservatorio Nacional de Música estudios de gramática, teoría y solfeo, armonía, historia de la música, formas musicales y clarinete. Trabajó en orquestas de baile, y en 1969 ingresó al Departamento de Música de la Universidad Nacional de Colombia, seccional Bogotá, para estudiar la carrera de Licenciatura en Pedagogía Musical, que terminó en octubre de 1972.
Su carrera como profesor de educación musical fue desarrollada en Bogotá en escuelas y colegios, y concluyó en la Universidad Distrital, de donde se retiró en 1995.
Como trabajo de investigación escribió un texto titulado ‘Curso de educación, folclor y apreciación musical’, elaborado para profesores del área.
Algunas de sus obras se encuentran grabadas por el mismo compositor en tres discos compactos, entre temas vocales e instrumentales, tanto de la región andina y del litoral atlántico, como temas internacionales.
Pertenece a la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia Sayco, y ha recibido distinciones de la Gobernación de Santander, las alcaldías de Bucaramanga, San Gil y Floridablanca, de actividades como el Guane de Oro y el IX Festivalito Ruitoqueño de música colombiana, y de programas radiales dedicados a la música tradicional de la región andina de Colombia.